Estando de viaje se tiene la oportunidad de probar distintas comidas, cocinas diferentes, y eso para mí también supone cierto incentivo. Sin embargo, a diferencia de una visita corta, ahora que me enfrento a una estancia algo más prolongada, uno intenta empezar a establecer cierta rutina. A esto también ayuda el hecho de que las habitaciones del hotel sean de tipo suite, y dispongan de cocina americana, con su vitrocerámica de dos fuegos, horno-microondas, platos, cacerolas y sartenes y todo. Quieras que no, esto añade cierto grado de intimidad muy apetecible a la habitación.
La primera noche, cuando llegamos, fuimos a cenar a un restaurante cerca del hotel. Un restaurante americano, en el que nos comimos una hamburguesa bien hecha (y demasiado grande para cenar, incluso). Estaba lloviznando y nos metimos dentro, no hicimos uso de la terraza. Mientras cenábamos, como ambientación del local, sonaba música country.
Frendy's - ¿USA de los 50 en Rusia?
Comiéndome la hamburguesa, no dejaba de pensar en la gran ironía. Para aquellos que nacimos cuando todavía existía la Unión Soviética y europa estaba dividida en dos bloques, no deja de resultar curioso que se rompan así los tópicos de la rusia comunista.
Después de un desayuno en un bar el primer día, como decía, hemos hecho acopio de provisiones en un supermercado. Así que a partir del segundo día puedo desayunar en el hotel mi vaso de leche y una rebanada de pan con tomate y aceite de oliva (¡ole y ole, sí señor! ¡viva el zumo de aceituna!). El viernes incluso me cociné unos espaguetis con tomate en la habitación para almorzar.
Pero bueno, también hay que aprovechar la oportunidad de disfrutar de la gastronomía rusa. El jueves por la noche, después de un agradable paseo hasta las inmediaciones de la Plaza Lubyanka (donde está la sede del antiguo KGB) y que llegó casi a las estribaciones de la Plaza Roja, cenamos en un restaurante ruso: Elki-Palki. Un buffet de ensaladas, con combinaciones tanto frías como calientes, que estuvo muy bien.
Tarjeta del Restaurante Elki-Palki
Y anoche disfrutamos de un estupendo plato de ternera Strogonoff en el Liga Bar, un buen "antro" lleno de pantallas de televisión al que va mucha gente a ver los partidos de fútbol (el jueves de hecho pasamos por allí pero había un partido de la liga rusa, Spartak de Moscú contra nosequién, y estaba tan lleno que nos fuimos).
Plato de Ternera Strogonoff con Cervecita
¡Ole! Cómo se nota.... el primer post de un blog así no podía ser sino gastronómico.
ResponderEliminarPor cierto, como preguntaba Fernando en el caralibro, ¿hay Cruzcampo en Moscú? Jeje.
¡Hey Puli! Cruzcampo todavía no he visto, pero prometo buscarla. De todas formas, la Baltika no está nada mala...
ResponderEliminar¡Magnífico desayuno y magnífica cena! debes disfrutar conociendo los sabores desconocidos, pero también debes cuidarte, pues no todo es comer (me ha salido la vena de padre), sino gozar y conservar la salud. Besos.
ResponderEliminar¡¡Pero qué bien lo describes to y con qué lujo de detalles!!. ¿baltika es la cerveza patria?... no sé yo cómo suena eso...tráete unas latitas pero que no parezca contrabando de latas a ver si vamos a tener un conflisto internacional.
ResponderEliminarEnga disfruta lo que puedas¡¡
Aquí hace una mijita de caló¡¡¡¡
Nasdarovia
Spaderman! en el Liga Bar vi el primero de los clásicos del año pasado, el que acabó en empate y que originó la putrefacción del futbol español por parte de Mourinho.
ResponderEliminarNo olvides que el McDonald de la Plaza Roja es el que más gente mueve en el mundo cada año...y con la tumba de Lenin por allí cerca...eso es un contraste.
Ya te iré dando pistitas para sitios...aunuqe en breve, me superarás!!!
Un abrazo!
Estupendo Charly, toma nota de las recetas guapas para hacerlas por aquí.
ResponderEliminarAh, el próximo post debe ser de las las niñas rusas, ehhh.
Queremos fotos.