lunes, 29 de agosto de 2011

Metro-tour Parte 5 - Ploshchad Revolyutsii

La última parada del Metro-tour es Ploshchad Revolyutsii, la Plaza de la Revolución (ya sabéis, Octubre Rojo y todo eso, pero no el submarino)

Esta estación se inauguró por lo visto en 1938. Lo que tiene de curioso es que las arcadas de salida hacia los andenes están decoradas con figuras de bronce que representan a los protagonistas de la revolución (al menos en teoría), el pueblo.

Letrero de la estación en el andén

Arcada con estatuas vista desde el pasillo central
Hay figuras de soldados, campesinos, niños, obreros, atletas...

La infancia

Atletas, ella lanzadora de disco


Soldadito bien armado

Partisano con rifle
Una cosa bastante curiosa respecto a las figuras es que hay una superstición popular convertida en costumbre. Una de las figuras representa a un soldado con un perro. Bueno, pues existe la creencia de que si tocas el hocico del perro puedes volverte rico. Así que se puede ver a mucha gente que sale y entra de los trenes y de repente alarga el brazo y toca el hocico del perro.

También existe una superstición similar con la figura de una campesina, que lleva un gallo. En este caso, supuestamente, el que toca el gallo puede ser obserquiado con una gran inteligencia.

Total, que como consecuencia de ello, tanto el gallo como los morros del perro están dorados por el roce de la gente (especialmente el perro, se ve que el personal prefiere ser rico a inteligente).

Obrero con martillo pilón

Tocándole las narices al perrito
Bueno, pues ya empiezo a estar un poco harto de estar bajo tierra. Así que vámonos para afuera a la superficie y nos entretenemos en otra cosa.

Aunque sea echamos una partidita de Tetris...

Aquí se acaba el Metro Tour de Moscú. Espero que hayan disfrutado del viaje.

 

domingo, 28 de agosto de 2011

Metro-tour Parte 4 - Novokuznetskaya

La estación de Novokuznetskaya se inauguró en 1943. En la decoración se nota la influencia de la Segunda Guerra Mundial, en plena efervescencia. Relieves de soldados rusos y alusiones a batallas y héroes.

Y mármol del güeno, del taco. Sin miseria.

Pasillo de la estación. Grupo de japoneses sentados a la izquierda, están por todos lados

Relieves militares en el mármol

Otro mosaico

Los soldados de la Revolución guiados por su líder espiritual
Ánimo  que ya sólo queda una última parada para finalizar el tour: la Plaza de la Revolución.

Metro-tour Parte 3 - Mayakovskaya

Seguimos trayecto por la línea circular y en Belorusskaya hacemos transbordo a la línea verde, para dirigirnos a la estación de Mayakovskaya. Inaugurada en 1938, el impresionante pasillo está decorado con pequeñas cúpulas, y en cada una de ellas un mosaico.
Pasillo Central
El metro llegando a uno de los andenes
La mayoría de los mosaicos están dedicados a la aviación, tecnología punta de la época.

Paracaidas

Mosaico de avión
Otro avión de la época
Aunque también hay algunos sobre temas marineros,


Nótese la CCCP hecha con avioncitos



Gavio... sin premio



Orgulloso marinerito ruso
y otros, sorprendentemente, de frutas (¿faltos ya de ideas sobre aviones... pasamos a malacatones?)

Motivos agrícolas

Estrellas, martillos y hoces, inevitables
Bueno, venga que nos vamos para la cuarta estación del recorrido, Novokuznetskaya, también en esta misma línea.

Metro-tour Parte 2 - Novoslobodskaya

¡Leche, no se entiende ná!
Después de dilucidar cuál era la dirección que debíamos tomar, seguimos nuestro tour hacia la estación de Novoslobodskaya, de nombre inpronunciable (por lo menos la primera vez).

Según lo que he leído, esta estación se inauguró en 1952. La decoración destaca por las vidrieras situadas en los pilares que hay entre los arcos que dan paso a los andenes, a ambos lados del pasillo central.


Pasillo central de la estaciónUn mural decorativo al final del pasillo
Uno de los integrantes del Tour junto a una vidrieraOtra vidriera con visitante sonriente


Por último, en el pasillo de subida hacia la salida, un conjunto escultórico de combatientes del glorioso pueblo ruso (ay, estos patriotismos...)

Los notas con metralleta y todo
Bueno, ¿no está mal, no? Pues seguimos adelante.

Metro-tour por Moscú - Parte 1

El pasado domingo el tiempo estaba tontorrón, por la mañana llovió a ratos y estuvo así hasta mediodía. Así que visto el panorama, decidimos realizar el paseito por algunas de las estaciones de metro más significativas, aprovechando que allí debajo no llueve :-)

En primer lugar fuimos a la estación de Komsomolskaya. Construida en 1935. A lo grande, sin miseria. Con sus lámparas de araña ahí güenas... Tiene unos cuantos mosaicos decorativos en el techo bastante chulos, con motivos muy soviéticos, claro.


Andén de KomsomolskayaLenin dando un discursillo
Pasillo central de KomsomolskayaAlegórico, debe representar la victoria sobre Alemania, porque está pisando una cruz gamada
Antes de la Revolución¿Ivan el Terrible quizá?
 
Detalle de uno de los adornos entre columnas
Tampoco falta el busto del camarada Lenin en uno de los pasillos, con hoz y martillo doradas por lo alto.
Soviético Total
Bueno, esto para Komsomolskaya. Seguimos el trayecto en otro post... ¡¡ Viajeros al tren !!

martes, 23 de agosto de 2011

Tortícolis

Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, tortícolis es el "espasmo doloroso, de origen inflamatorio o nervioso, de los músculos del cuello, que obliga a tener éste torcido con la cabeza inmóvil."

Según veo por los comentarios (gracias, queridos lectores) la petición generalizada es de carnaza, y casi todo el mundo me pregunta por las mujeres rusas.

Bueno, pues os puedo confirmar fehacientemente que, sin desmerecer a las españolas (por alguna de las cuales también sería capaz de perder la cabeza), aquí es muy, muy fácil que le de a uno un tirón en el cuello por mirar a tantas tías buenas que pasan por la calle.

Como comprenderéis no voy a ir por la calle haciendo fotos de cuerpo entero de las muchachas rusas (al menos, no todavía), así que de momento no ilustraré esto con imágenes (lo siento chavales).

El Día de la Marmota

Bueno, hoy ha sido el primero (desde que estoy aquí) de uno de los muchos días que están por venir en que la cosa no ha ido como a mí me gustaría, y en los que acaba uno un poco harto y decepcionado (mañana seguramente va a ser peor).

Así que, contrariamente a lo que debería haber hecho, después de cenar en mi habitación me he puesto una película para distraerme un poco y ocupar la cabeza en otra cosa.

Como aquí no tengo muchas opciones en la televisión (todo está en ruso menos los canales de noticias: Euronews, CNN y BBC News, que están todo el tiempo echándo imágenes de Libia), me he traído unas cuantas pelis copiadas en mi disco duro, las que tenía en casa aún sin ver.

Para contradecir al estado de ánimo, he buscado una comedia. Y he vuelto a ver un clásico que tenía ganas de recordar: Atrapado en el Tiempo (que en versión original se llama El Día de la Marmota, Groundhog Day). Una magnífica comedia que se ha convertido, justificadamente en mi opinión, en una peli de culto.

Poster de El Día de la Marmota

Así que nada, sólo espero que a mi no me pase lo mismo que a Bill Murray, y no me quede aquí atrapado en este día. Claro, que por otra parte, ¿me daría la oportunidad de rectificar algunas cosas?

P.D. Mi ordenador está fatal, ya mismo me veo teniendo que improvisar y con un ordenador nuevo con teclado cirílico. Menos mal que aquí parece que los teclados son duales, vienen con los dos alfabetos.

domingo, 21 de agosto de 2011

El Metro de Moscú - Kurskaya

Una de las mejores formas de moverse por la ciudad de Moscú es utilizar el metro. Rápido y efectivo, evita los temibles atascos de tráfico de esta ciudad. El metro además es bastante moderno y en lo que yo lo he utilizado hasta ahora funciona muy bien. Los precios son también asequibles: 28 rublos el billete individual (unos 0.70 € aproximadamente) y 265 rublos un bono de 10 viajes (unos 6.60 €).

Lo más habitual es que en las estaciones haya un pasillo central, por el que llegas de la escalera mecánica, y las vías están a izquierda y derecha (separadas por una arcada), cada una en un sentido. Es decir, no es como el Metro de Madrid, en el que habitualmente los dos trenes pasan por el centro de la estación y los andenes quedan a los lados.

Lo único malo para un guiri como yo es que dentro de las estaciones todos los carteles están en alfabeto cirílico, así que al principio cuesta un poco entender los nombres de las estaciones para saber si no te estás equivocando de andén, y decidir si tienes que situarte para cojer el tren de la izquierda o de la derecha. 

Además de sus ventajas como medio de transporte, resulta que desde el punto de vista arquitectónico y de decoración, el Metro de Moscú es una maravilla.

De momento os dejo solamente unas fotos de la estación de metro de Kurskaya (Курская), que es la más cercana al hotel, pero prometo hacer un día una excursión por las estaciones más famosas y significativas y hacer más fotos.


Escalera mecánica en Kurskaya


Cruce de Pasillos


Vestíbulo de la estación de Kurskaya



Kurskaya - Pórtico de salida a la calle



Contrastes gastronómicos

Estando de viaje se tiene la oportunidad de probar distintas comidas, cocinas diferentes, y eso para mí también supone cierto incentivo. Sin embargo, a diferencia de una visita corta, ahora que me enfrento a una estancia algo más prolongada, uno intenta empezar a establecer cierta rutina. A esto también ayuda el hecho de que las habitaciones del hotel sean de tipo suite, y dispongan de cocina americana, con su vitrocerámica de dos fuegos, horno-microondas, platos, cacerolas y sartenes y todo. Quieras que no, esto añade cierto grado de intimidad muy apetecible a la habitación.



La primera noche, cuando llegamos, fuimos a cenar a un restaurante cerca del hotel. Un restaurante americano, en el que nos comimos una hamburguesa bien hecha (y demasiado grande para cenar, incluso). Estaba lloviznando y nos metimos dentro, no hicimos uso de la terraza. Mientras cenábamos, como ambientación del local, sonaba música country.





Frendy's - ¿USA de los 50 en Rusia?



Comiéndome la hamburguesa, no dejaba de pensar en la gran ironía. Para aquellos que nacimos cuando todavía existía la Unión Soviética y europa estaba dividida en dos bloques, no deja de resultar curioso que se rompan así los tópicos de la rusia comunista.



Después de un desayuno en un bar el primer día, como decía, hemos hecho acopio de provisiones en un supermercado. Así que a partir del segundo día puedo desayunar en el hotel mi vaso de leche y una rebanada de pan con tomate y aceite de oliva (¡ole y ole, sí señor! ¡viva el zumo de aceituna!). El viernes incluso me cociné unos espaguetis con tomate en la habitación para almorzar.




Pero bueno, también hay que aprovechar la oportunidad de disfrutar de la gastronomía rusa. El jueves por la noche, después de un agradable paseo hasta las inmediaciones de la Plaza Lubyanka (donde está la sede del antiguo KGB) y que llegó casi a las estribaciones de la Plaza Roja, cenamos en un restaurante ruso: Elki-Palki. Un buffet de ensaladas, con combinaciones tanto frías como calientes, que estuvo muy bien.




Tarjeta del Restaurante Elki-Palki


Y anoche disfrutamos de un estupendo plato de ternera Strogonoff en el Liga Bar, un buen "antro" lleno de pantallas de televisión al que va mucha gente a ver los partidos de fútbol (el jueves de hecho pasamos por allí pero había un partido de la liga rusa, Spartak de Moscú contra nosequién, y estaba tan lleno que nos fuimos).



Plato de Ternera Strogonoff con Cervecita

Vamos, no preocuparse que trato de cuidarme bien.